Todos los instrumentos son construídos artesanalmente con todo mi Ser presente en ellos.
Hago todo el proceso desde la cosecha del material, el tratamiento específico para cada planta, la espera del tiempo de estacionamiento, la selección del mejor material para la construcción del instrumento y el proceso de la fabricación en sí mismo.
Respeto la tradición de cada instrumento y uso el material y procedimiento acorde a eso. Daré algunos ejemplos:
Para la flauta japonesa shakuhachi el material más adecuado para su construcción es el bambú de la espécie Phyllostachys Bambusoides L., por sus características físicas y geometría interna ideal para el sonido de ese tipo de flauta especialmente.
Otro ejemplo, para el Ney (sea turco, persa o árabe) es imprescindible que sea construído con una caña originaria del Río Nilo conocida popularmente en Mendoza/Argentina como caña criolla y de nombre científico Arundo Donax L. y que tenga determinado patrón de nudos y entrenudos para que la serie armónica suene correctamente.
Hay flautas que requieren solamente herramientas manuales para su fabricación y otras, como el Kaval Búlgaro o el Blul Armeno necesitan máquinas como el torno, porque están hechas tradicionalmente en madera torneadas.
Cada flauta es un universo, un océano de conocimiento y experiencia que llenaría páginas de un libro para contarles los detalles de su fabricación.
Como son muchos tipos de flautas, podría escribir un libro si quisiera contar los detalles y todo lo que aprendí de cada una.
Así que siéntase a gusto de escribirme y preguntarme al respecto de sus inquietudes sobre cada flauta específicamente.