Bio

Mí primer contacto con el bambú fue cuando aún era un niño de 7 años e iba de campamento a pescar con mí abuelo paterno, mí papá, tíos y primos. Luego en la escuela agrícola me acerqué más al bambú y en el transcurso de la carrera de Agronomía empecé con la fabricación de flautas y muchos otros artefactos de bambú.

¿Cómo llegué hasta aquí hoy? 

En la época de la universidad participaba de movimientos agroecológicos y de permacultura. Hice muchos viajes por Brasil participando de encuentros de agroecología y comunidades alternativas. 

En uno de esos encuentros conocí a mí primer maestro: Dente Da Viola, un agricultor, músico, curandero y artista folclórico. Él estaba tocando sus instrumentos de bambú en su agrupación y me acerqué para charlar con él porque había quedado fascinado por los sonidos de las flautas que tocaba (Quena, Pinkuyo y Zampoña). 

Hicimos un intercambio de trabajos artesanales y me fui con mí primera flauta de bambú (que fue un pinkuyo, flauta dulce andina) y estaba muy muy feliz. Empecé a aprender a tocar de oído de forma autodidacta y andaba con la flauta a todos lados. 

Dos años después hablé con mí novia que iba a visitar a Dente Da Viola en Milho Verde (pequeño pueblo al norte de Minas Gerais) y aprender a hacer flautas. No tenía dinero en ese momento y encaré un viaje haciendo dedo por primera vez en la ruta durante 4 días y por fin llegué a su casa y pude pasar maravillosos días aprendiendo con él la construcción de flautas y también sobre agricultura. Desde entonces ¡No pude parar!  Fui consiguiendo las herramientas necesarias y empecé a fabricar muchas flautas todos los días. 

Luego de terminar la carrera de Agronomía estuve viajando por Brasil durante 9 años (en bicicleta, a pie por la playa, haciendo dedo en la ruta). Conocí muchos maestros y maestras que me presentaron nuevas flautas e instrumentos del mundo entre tantas otras cosas que me han enseñado. 

Desde entonces fui investigando y probando construir todos los tipos de flautas del mundo que había visto. Busqué las plantas correctas porque para cada flauta existe una especie ideal de bambú para construirla. Es un arte y ciencia magnífica. 

Fue el descubrimiento de mí pasión, mí propósito y lo mejor que podría hacer acá en la Tierra para ofrecer algo bonito a los demás. Las habilidades se fueron desarrollando tan naturalmente como si yo estuviera recordando algo que ya había hecho toda la vida. 

Todo el autoconocimiento y paz que la flauta ha traído a mí vida deseo compartirla de todo corazón con los demás seres. Hoy en día soy más profesional en este arte y oficio. Preparo flautas personalizadas para músicos famosos de todo el mundo. Ya he enviado flautas a: Italia, Eslovaquia, Japón, Austria, India, Chile, Estados Unidos, Uruguay, Brasil, Argentina, Portugal y muchos otros países y regiones del mundo.

Con el pasar de los años mí trabajo se fue inclinando más a la flauta japonesa shakuhachi especialmente, a las cabezas de flautas del mundo para la flauta traversa de orquesta, las pentatónicas para los niños de las escuelas waldorf y los silbatos de pájaros que también es una de mis grandes pasiones. 

Estoy a disposición para contarles más detalles de mi trayectoria como artesano, músico, eterno buscador y aprendiz del camino del corazón.